domingo, febrero 17, 2013

San Silvino de Auchy o Thérouanne, Obispo

San Silvino de Auchy o Thérouanne, Obispo
Febrero 17

†: s. VIII - país: Francia
canonización: pre-congregación

En Auchy, en la región de Morins, sepultura de san Silvino, obispo.
No sabemos nada de cierto sobre la familia de San Silvino, quien pasó la primera parte de su vida en las cortes de los reyes Childerico II y Thierry III. Estaba a punto de casarse, cuando se sintió llamado a abandonar el mundo y, para seguir a Cristo, se retiró de la corte a una vida ejemplar de castidad y pobreza. Recibió la ordenación sacerdotal en Roma y más tarde, fue consagrado obispo. Algunos documentos afirman que su diócesis era Toulouse, otros que era Thérouanne; pero, como su nombre no aparece en los registros de ninguna de las dos, lo más probable es que haya sido obispo sin diócesis, encargado de la predicación entre los paganos. Silvino trabajó celosamente en el norte de Francia, sobre todo en Thérouanne, donde los paganos abundaban y los cristianos eran sólo de nombre y apenas mejores que los paganos. La infatigable predicación del santo obispo, así como su ejemplo, ganaron muchas almas para Jesucristo.

Silvino empleó gran parte de su fortuna personal en rescatar a los esclavos de los bárbaros, y el resto lo gastó en obras de caridad y en la construcción de iglesias. Aunque su porte y sus maneras eran las de un cortesano, vestía pobremente y practicaba grandes austeridades. Se dice que recibía en su casa a cada peregrino, como si se tratara de Jesucristo en persona. El biógrafo de San Silvino cuenta que no comió pan durante cuarenta años, que se alimentaba con hierbas y frutos, y que su única riqueza era un caballo en el que hacía sus viajes, cuando estaba ya muy débil para andar. El gran deseo de Silvino era vivir como ermitaño; pero la debilidad de su constitución física se lo habría impedido, en caso de haber obtenido la dispensa de sus obligaciones episcopales. Parece que murió en el monasterio de Auchy-les-Moines, cerca de Arras, porque ahí fue sepultado. Sus contemporáneos le tenían en gran estima, no sólo por su caridad y santidad, sino también por su don de curar a los enfermos.
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Existe una vida latina de San Silvino, escrita por el obispo Antenor, quien debió ser contemporáneo suyo; pero el escrito sufrió muchos retoques posteriores. El texto se halla en Acta Sanctorum, febrero, vol. III, y en Mabillon. Duchesne (Fastes Episcopaux vol. III, p. 134) opina que San Silvino era probablemente escocés, y hace notar que, de los escritos de Fqlcuino se desprende que el santo vivía todavía en la época de la batalla de Vincy (717).
fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Tomado de: El Testigo Fiel

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